Autor del blog

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Diegojavier Oruña Aramburuzabala

lunes, 8 de junio de 2009

DE MIS PENAS ESCONDIDAS (Soleá)

De mis penas escondidas
sólo puedo hablarte yo
y este ramito de espinas.
Aunque no quieras mirarme
tu fotografía tengo
para poder yo besarte.
Dame tu vista,
mujer, para que cure
ya mis heridas

jueves, 21 de mayo de 2009

AL ANUNCIAR LA AURORA UN NUEVO DÍA (Soneto)



Al anunciar la aurora un nuevo día,

rompe el mundo a vivir ilusionado
envuelto todo en luz, como si un hado
recreara la vida en su armonía.

¿Dónde moras, Pastor y Rey que guía
el orbe, frena al mar su paso airado,
abre las fuentes, llena de paz el prado
y vela nuestro sueño, oh fiel Vigía?

Desde esta oscuridad atormentada,
ausente de tu voz, mi cuerpo herido,
sobre la roca asida la mirada

acude a Ti, portal y asilo, nido
de amor. Atiende, Dios, a mi llamada:
deja mi corazón junto a Ti unido.

DESCÚBREME ESA PATRIA, COMPAÑERA (Soneto)



Descúbreme esa patria, compañera,

que alivie este tormento, pues no aplazo
mi tiempo de partir. Tu largo brazo
entorne ya mis ojos, mientras fuera

siento el barco llegar: Caronte espera.
Me recoge la Noche en su regazo,
roto el Día. Tu juicio, humilde abrazo
piadoso tribunal. Pero quisiera

que permitas, Thánatos, mi salida.
Y ya ausente de ti, vencido el Sueño,
el Eter me abrirá, siempre encendida,

la puerta de los dioses, perseguida
por todos los mortales. No desdeño
la Muerte si me lleva a mejor vida.

PIEDRA (Soneto)



Piedra: ¿Dónde naciste? ¿Quién ordena

que tu paso esté siempre detenido,
tus estancias selladas en olvido
permanente? ¿Por qué ocultas tu pena?

Cuando el agua y su húmeda melena
a tu puerta golpea, ya ha prendido
el primer paso: un tímido latido
indeciso navega hacia tu almena,

abriendo la coraza, y dejará
esa luz por el aire transportada
que tu cuerpo rugoso romperá.

Mira hoy tu dureza quebrantada:
leve arena que el viento arrastrará
para siempre en su pecho encadenada.

SONETILLO "DE CELILLOS"



Es la gente enamorada

la que más tiempo dedica
y cuando hay celos se aplica
a mirarse y no hablar nada.

A la vez que muy cansada
la razón también se achica
pues la lengua mal explica
porqué está tan azorada.

Y por eso no se entienden
ni se ve luz a este lance.
En tu nombre, Amor, se encienden,

temiendo yo que en tal trance
este ardor que los dos sienten
le den fin con un percance.

SONETO MÍNIMO



Pensante
altura,
dulzura
distante.

Fragante
textura,
hondura
brillante

rimando
poemas
serenos

dilemas
amenos
versando

martes, 19 de mayo de 2009

¿DÓNDE TE ESCONDES, AMOR? (Décima)



¿Dónde te escondes, Amor,
pues mi vista no te alcanza?
Más allá, en la lontananza
todo es silencio y temblor.
Espero de Ti el favor,
arquero de muy alto vuelo,
poder romper este hielo
donde me ves consumido.
Por eso, Amor, yo te pido
que me descubras tu velo.